Las escuelas de Santa Eugenia han pasado a formar parte de la historia. Parte de nuestra historia, sobre todo de la gente que ya peina canas y que nacieron entre los 50 y 60, ¡en el siglo pasado! y que se iniciaron en su andadura en estas escuelas, hemos visto estos días como desaparecen. Quiero rendir un homenaje a este pequeño edificio en el que estudiaron muchos y muchas de mis amigos y amigas de Romo y de Las Arenas que, el día de ayer, sintieron un pequeño pellizco en sus corazones al ver que la primera escuela de sus vidas desaparecía mordida por la tronzadora. En fin, renovarse o morir, y morir es lo que han decidido para la escuela. (Renovarse no estaba en sus planes).
Ahora el problema es que sobre sus cenizas, los que “velan por nuestro bienestar,” han decidido erigir el monumento al despropósito: Una Kultur Etxea de tropecientos metros de alto, no sé cuantos miles de metros cuadrados de superficie y, espacios para no se cuantas asociaciones y mega-utilidades con horarios multi-disciplinares y super-fantásticas atracciones y conciertos, vamos la releche en avioneta para un barrio que tiene menos metros cuadrados que la futura Kultur. Creo que cabemos todos y todas en la nueva Kultur pero, ¡TODOS Y TODAS A LA VEZ!
En fin, soy consciente de que se me ve el plumero de la mala leche que se me pone cada vez que me refiero al tamaño de tamaña fechoría arquitectónica, que, apelando a no se qué necesidades de mis vecinos y mis vecinas, (todavía estoy esperando que alguno o alguna me digan que les encanta la idea), han decidido erigirnos en frente de nuestras hasta ahora soleadas ventanas.
¡A la mierda!, si repito: ¡A la mierda!, escuchad lo que decimos, bajad a la calle y preguntad, no sólo a los que os votan, a vuestros partidos que necesitan dinero, a todos y a todas los que vivimos en los barrios, los que pagamos religiosamente a Hacienda, el IBI, las basuras, el agua, las multas, etc., etc., creo que nos hemos ganado a pulso un hueco en vuestros planes, ¿no? Si no es así, algunos y algunas preferimos que nos olvidéis y nos dejéis como estamos. Con amigos así,… ¿para qué queremos enemigos?
Seguiremos informando…
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